En medio de una familia mexicana, nació Enrique Guzmán, quien llegó al mundo en la localidad caraqueña de El Valle, Venezuela. Su padre era originario de Puebla, mientras que su madre era proveniente de Guanajuato.
A pesar de haber nacido en Venezuela, Enrique fue presentado por sus padres como mexicano antes las autoridades de la nación norteamericana. Cuando apenas tenía siete años de edad, el entonces niño se trasladó desde su país natal hacia México, donde transcurrió gran parte de su vida.
La música siempre estuvo presente entre sus intereses, razón por la que su padre decidió comprarle un cuatro (un instrumento parecido a la guitarra, pero más pequeño y de cuatro cuerdas, típico del folclore venezolano) para que aprendiera a tocarlo.
El ídolo juvenil
A sus 14 años de edad, Enrique Guzmán conoció a Armando y a Jesús Martínez, hermanos con quienes formaría una de las agrupaciones mexicanas más aclamadas del mundo, Los Teen Tops.
Los jóvenes no contaban con el apoyo de ninguna discográfica, debido a que en esa época se estilaba prestarle atención únicamente a las grandes estrellas. Sin embargo, esta situación los hizo trabajar con más ímpetu, logrando captar la atención de Columbia, empresa con la que grabaron su primer vinilo de acetato que incluía reconocidas canciones como El rock de la cárcel y La Plaga.
Después de conocer el éxito, la agrupación editó su primer long play, que incluye sencillos como Muchacho triste y solitario, Confidente de secundaria, Buen Rock esta noche, Quiero ser libre y Rey Criollo.
En solitario
Apenas cuatro años después de haber creado la banda, Enrique Guzmán decidió abandonarla para iniciar su carrera como solista. En 1961, publicó su primer álbum de estudio, El rock de los 60, que contiene canciones como Hermosa Laura, Te seguiré, Hotel de los corazones rotos y Una Pequeña Oración, que lograron posicionarse en los primeros lugares de las listas musicales de América Latina.
Durante aquella época, el cantante se enamoró profundamente de la actriz y cantante mexicana Angélica María, quien, al igual que él, era una superestrella. Él tenía 18 años, mientras que ella 17, pero lo que parecía estar destinado para toda la vida terminó por las diversas aventuras amorosas que tenía el astro del rock.
Tiempo después, la estrella incursionó en el cine con Acompáñame, película en la que compartió su talento junto a la diva española Rocío Dúrcal, con quien supuestamente mantuvo un noviazgo.
Apenas unos años después, el cantante conoció a la actriz mexicana Silvia Pinal, quien lo enloqueció con su belleza. Tras varios meses de cortejo, la artista decidió darle una oportunidad al rockero, con quien tuvo dos hijos: Luis Enrique y Alejandra Guzmán.
En el matrimonio Guzmán-Pinal hubo una serie de problemas, ya que Enrique se tornaba violento con su esposa. Alejandra, su famosa hija, aseguró que durante su infancia sufrió muchos traumas, debido a que siempre veía a su madre con moretones en los brazos.
Yo nunca le he faltado el respeto a una mujer; a excepción de una vez. A Silvia Pinal le pegué en una ocasión porque se lo merecía.
Enrique Guzmán sobre el maltrato hacia Silvia Pinal.
Tras divorciarse de Silvia, el artista decidió concentrarse en su fructífera carrera, dando paso a una década de grandes éxitos.
Los 70: una década de mucho cine
A inicios de la década de los 70, la estrella prestó su talento para Princesa y Vagabunda, largometraje que cuenta la historia de dos gemelas que fueron separadas al nacer y harán un viaje para reencontrarse con su pasado.
Enrique Guzmán sorprendió a sus fans al trabajar en la reconocida obra de teatro Sugar, la cual tuvo un gran éxito dentro de México. Ésta es un musical de Broadway cuya historia se sitúa en el año 1929, durante el período de la ley seca en los Estados Unidos, donde dos brillantes músicos tienen que huir para salvar sus vidas.
Tiempo después, el actor dejó su zona de confort y los estereotipos de una entonces conservadora sociedad mundial para hacer el personaje de un homosexual dentro de la película Ellos las prefieren locas.
En los años siguientes, su carrera no tuvo la misma gloria de los inicios, pero el mexicano siguió prestando su talento para proyectos musicales como Los grandes años del rock and roll, Los grandes años del rock and roll – Vol. II, Sugar, El triunfador, El amor está en el aire, Por qué lloras, Lili y Con y por amor.